18.02.22
Juan 3.17-20
“Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenarlo, si para que sea salvo por Él. El que en Él cree, no es condenado; pero si no cree, ya ha sido condenado, porque no creer en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas”. Amén.
Mucha gente piensa que rechazar a Cristo es una decisión sin consecuencias. Y parecen estar bien sin Él. No consideran los efectos -presentes ni eternos- de su incredulidad.
Muchos ven el juicio de Dios como algo lejano, y descuidan su salvación por disfrutar los placeres terrenales; no ven la necesidad del Salvador.
Cristo dijo que quienes no creen en Él, aman las tinieblas y no quieren que sus pecados sean expuestos a Su luz… YA han sido condenados, por no estar dispuestos a apartarse.
Existe otro grupo, que afirma creer en Cristo, y siguen amando sus pecados, tratando de esconderlos. Los intentos de ambos grupos no funcionarán, y permanecen en oscuridad.
Los placeres del pecado son temporales (Hebreos 11.25), por lo que el sabio cree y anhela venir a la luz. NUNCA es demasiado tarde para acudir a Jesucristo. ¡Hoy puede ser ese gran día para ti!
¡Dios te bendiga con ese maravilloso regalo!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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