"Tu palabra sabia de hoy"

Jueves 6.7.17

"Dios te ha preparado cosas mejores"

Josué 5:11-12 “Al otro día de la pascua comieron del fruto de la tierra, los panes sin levadura, y en el mismo día espigas nuevas tostadas. Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año".

El desierto fue una etapa que Israel tuvo que pasar, para llegar a la tierra de la abundancia; fue difícil, pero nunca fueron desamparados. Ahí fue su formación; ellos  aprendieron cosas que la nueva tierra les  demandaría.

Agradezcamos la provisión y cuidado de Dios, pero veamos lo nuevo que nos mostrará. El Maná de Dios, fue la provisión del desierto, pero vendría nuevo tiempo, donde Dios, de otra forma, proveería.

Los frutos de Canaán fueron señal de lo que Dios daría, pero eso implicaba un cambio de vida. Israelitas mayores de 20 años murieron (por su dureza de corazón), y fueron los menores que entraron a la tierra prometida... El Señor cumplirá sus propósitos, aún a través de una nueva generación.

¿Qué habría sucedido si hubiese entrado a la Tierra Prometida gente incrédula y sin fe? El Señor, sabiamente, eliminó a los rebeldes, y  permitió entrada a  juventud llena de fe,  comandados por Josué y Caleb... Y tuvieron victoria!

Personas que se quejan de la batalla y se rinden, nunca llegarán a gozar frutos de victoria! Muchos desertores se han rendido, justo cuando Dios estaba a punto de darles la corona. No pierdas tu recompensa rindiéndote.

Avanza en el  diseño de Dios para tu vida, que todo Su plan es maravilloso. Manten la comunión con Él, quien te  enseñará sus secretos, y podrás glorificar su nombre.

El pueblo de Israel muriendo en el desierto, fue ejemplo de vida. Si esperas entrar en la salvación y al Cielo, no podrás si no pones en Jesús tu confianza.

A menos que vengas a Jesús por fe, y lo recibas como tu Señor y Salvador, se dirá de ti: “No pudo entrar a causa de su incredulidad” (Heb. 3:19).

Que Dios nos permita entender su plan, vivir en obediencia a sus propósitos y nos bendiga!

Wilda M.V.

(Fuente de referencia:  Mensajes y sermones para predicar)