Tito 3.4-6 “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración, y por la renovación en el Espíritu Santo. El cual derramó en nosotros abundantemente, por Jesucristo nuestro Salvador”. Amén.
¿Qué haces cuando se te presenta una oportunidad de servir a Dios? Puede que no sepas que negarte a servirle, puede ser elegir tus propios deseos, en lugar de someterte a los de Él.
¿Sabías que el requisito indispensable para servir a Dios es un corazón dispuesto? Porque ¡Él se encargará del resto!
El Señor desea que sus hijos busquemos el plan que Él tiene para nosotros, y que lo llevemos a cabo. Pero si decidimos que no podemos o no queremos, entonces, estamos siguiendo nuestra voluntad en lugar de la de Él.
Que nos consideramos no tener las habilidades adecuadas. ¡Dios puede arreglar eso! No hay restricciones para Él. Con el poder del Espíritu Santo a nuestro favor, somos capaces de superar toda limitación.
No te sigas frenando a lo que te pida el Señor. Confía. Él te dotará y entrenará adecuadamente. ¡Déjate usar por Dios, bendecirás a muchos, y tú mismo serás grandemente bendecido!
¡Que Dios te bendiga en este hermoso día!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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