Jeremías 17.7-8 “Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto”. Amén.
¿Qué le parece si pedimos a Dios que nos ayude a
hacer que nuestros días cuenten para la eternidad?
Para maximizar nuestro impacto relacionado a los
dones y talentos otorgados por Dios, vamos a desarrollar un estilo de vida
de oración, porque hablar con Dios es esencial para el ministerio eficaz.
Conversar con Dios nos prepara para comunicarnos mucho
mejor con los demás. Con palabras sencillas puede haber resultados asombrosos, cuando Él
nos dirige.
Nuestro Padre celestial quiere que utilicemos los
dones espirituales para bendecir a otros. A medida que nos convertimos en sal y luz, Dios
ampliará nuestra esfera de influencia más allá de lo que podríamos imaginar.
Qué lindo es orarle al Señor dándole el control
sobre nuestra vida, y que podamos impactar con nuestras palabras y
acciones.
Que nuestros días cuenten para la eternidad, no que
sean un desperdicio. Que muchos puedan reconocer la necesidad de Cristo en su vida, a
través de cada uno de nosotros, que somos árboles
plantados junto a las aguas.
¡Que Dios te bendiga, tenga de ti misericordia y te
ofrezca paz!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)