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“…Crecido Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. Miró a todas partes, vio que no aparecía nadie, y mató al egipcio, escondiéndolo en la arena. Oyendo Faraón este hecho, procuró matar a Moisés; pero este huyó, y habitó en tierra de Madián”. Amén.
Cada vez que surgen problemas hay 2 maneras de reaccionar: Según la manera de Dios, o la nuestra.
En Éxodo 2.11-25 se puede ver cuando Moisés tomó el asunto en sus manos. Aunque deseaba aliviar el sufrimiento de su pueblo, su método fue incorrecto.
¿Qué hizo Moisés?
1. SE CENTRÓ EN LA DIFICULTAD EN VEZ DE EN EL SEÑOR. ¿Cuántas veces hemos hecho lo mismo? Si la injusticia o el dolor de una situación se apoderan de nosotros, perderemos de vista a nuestro Dios.
2. CONFIÓ EN SU FUERZA Y ENTENDIMIENTO. Al enfrentamos a un problema, lo normal es hacer lo posible para solucionarlo. Nuestro camino puede parecer muy lógico en el momento, pero no logrará los propósitos de Dios.
3. ACTUÓ IMPULSIVAMENTE EN VEZ DE ESPERAR EN DIOS. Si una situación parece urgente, solucionar el problema rápido se pudiera convertir en nuestro próximo problema.
En algún momento, hemos actuado de maneras semejantes y sufrido las consecuencias.
Dios no rechazó a Moisés ni canceló sus planes que tenía para con él. En cambio, refinó su carácter a través de pruebas y le dio nueva oportunidad.
¿No crees que el amoroso Padre puede hacer lo mismo
contigo?
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
05.02.23
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