“Amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo el que ama, es nacido de Dios, y le conoce. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por Él”.
Para muchos, el amor de Dios es incomprensible, por no ser como el nuestro. Por misericordia y gracia, el Padre celestial decidió amarnos, pagando el precio con su Hijo. Por lo tal, NADA ni NADIE, ni los propios esfuerzos, nos acercarán a Dios, sino Jesucristo.
Jesucristo, como Señor y Salvador, es única manera de convertimos en hijos amados de Dios y participantes de sus eternas promesas. Pero si decidimos rechazar a Jesús, estamos feos espiritualmente.
Quiero dejarte bien claro que hay un pecado que JAMAS te será perdonado, y es rechazar la salvación mediante Cristo. Pero hoy, ya no puedes alegar ignorancia.
NADIE está fuera del alcance del amor de Dios. La Biblia está llena de esos ejemplos y testimonios. Jesús salvó y perdonó adúlteros, codiciosos, mentirosos, criminales, deshonestos, endemoniados, blasfemos, orgullosos… La lista es interminable.
Aunque lo que haces hoy no está en la lista mencionada, eres pecador, y necesitas decidir por Cristo, para ser limpio de tus pecados y salvado de la condenación eterna.
Amor y salvación de Dios no es privilegio por ser buenos, sobre esa base, nadie lo logra. Aunque tu mente no logre entender el amor divino, desde el momento en que te dispongas a recibir ese amor incondicional de Dios, vivirás para siempre bajo Su abrigo protector. ¡Pídelo en oración!
¡Muy feliz día, y que Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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