"Dios desea fidelidad”

1 Corintios 4.1-2, 5

“Téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. Así que, no juzguen nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios”. 

A quién no le atraen las historias de individuos débiles, ¿cuyos logros superaron las expectativas? Ya sea por competencias atléticas, intelectuales o de emprendimiento empresarial, le aplaudimos su éxito. Pero por impresionantes que sean los logros humanos, no es la norma por la cual Dios mide el éxito. 

Dios valora la fidelidad, la lealtad, la sinceridad…, y la recompensa y la alabanza -por trabajos bien hechos- no llegarán hasta que lleguemos al cielo. No importa cuán talentoso o exitoso seas según los estándares terrenales, la meta de Dios es la obediencia, la fidelidad y el carácter a la manera de Cristo. 

Como el Señor desea que tengas éxito espiritualmente, te ha provisto lo que necesitas. Su Palabra da principios para poner en práctica; testimonios de hombres y mujeres fieles para estudiar e imitar; y el ejemplo más poderoso de amor y obediencia: su Hijo. 

Nuestro Señor Jesucristo no hacía nada por voluntad propia (Juan 8.28). Su deseo era depender por completo de su Padre y obedecerlo en todo. ¡Debería ser ese también tu deseo! 

Es muy fácil desviarse del objetivo, pero si perseveras, el Padre celestial se sentirá agradado por tu fidelidad. 

Feliz día, y que ¡Dios te bendiga! 

Evangelista Wilda Messina

(Referencia: En.Contacto)