"Tu palabra sabia de hoy"

13.10.18

Mateo 6:5-7 "Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uses vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos".

Son de admirar las personas que anotan peticiones de oraciones, y acciones de gracia. Además de llevar un registro lo actualizan fielmente. Incluso se reúnen para orar por otros, y hasta tienen las rodillas gastadas de hablar con Dios.

Durante años he tratado de copiar sus estilos, imitar su vida de oración perfecta, de copiar su elocuencia... Cuánta lucha para descubrir cuál es el misterio de sus vidas, y aprender cómo orar correctamente.

Con el tiempo, aprendí que lo que desea nuestro Señor es una simple oración que comience y termine con humildad. Nos invita a tener una conversación íntima en la que nos promete escuchar. Nunca exige palabras o frases elegantes ni memorizadas.

La oración es un regalo, y una oportunidad de honrar la grandeza de Dios (vss. 9 y 10), de mostrar confianza en su provisión (vs. 11), y de confirmar nuestra seguridad en su perdón y guía (vss. 12-13).

Dios escucha con  atención cada oración, incluso las que llevan lágrimas silenciosas.

Es esencial hablar con Dios con corazón humilde, sujetado a su voluntad, y dependiente de Él.  Es la forma mas correcta de orar.

Hoy demos gracias al Señor, porque escucha toda oración, que proceda de un humilde y sincero corazón.

Así que ejecuta esa oración. Feliz y bendecido día!

Wilda M.V.

(Referencia: Nuestro Pan Diario)