12.10.2018
1 Juan 4:8 “El que no ama, no
ha conocido a Dios; porque Dios es amor”.
Te resumiré la
siguiente historia: Un chico, llamado Tony, era amargado y extraño, decía
ser ateo. No aceptaba que Dios ni Jesús le amaran incondicionalmente. Un
día fue a su profesor y le preguntó: ¿Cree usted que YO pudiera encontrar
a Dios o a Jesús? -¡No!, por supuesto que no. -Y ¿por qué no? Porque
es Dios quien te guiará a encontrarte con Jesús.
Tiempo después
Tony se graduó. Un día vino a visitar a su ex profesor. El chico estaba demacrado,
padecía de cáncer. Pero la voz de Tony era bien firme, y sus ojos brillaban. Tony
dijo: tengo cáncer, pero estoy muy bien! He aprendido que malo es vivir sin valores o ideales morales;
y que los placeres, el dinero o los bienes materiales NO son las cosas mas importantes.
Vine a verlo,
porque usted me dijo, una ocasión, que Dios me guiaría a encontrarme con
Jesús. Cuando me diagnosticaron el cáncer, en medio de mi rabia y
dolor, inicié una búsqueda intensa
por Jesús, pero sin resultados. Golpeaba las puertas del cielo, pero Dios nunca
respondió.
Un día ME
RENDÍ, y decidí dar amor y perdonar. Empecé a ver todo lo que era verdaderamente importante.
Y mi vida comenzó a cambiar, a renacer!
Hoy
me arrepiento de varias cosas:
1. De haber creído que a Dios yo lo podía ignorar o manipular.
2. De que Jesús siempre estuvo conmigo, me cuidaba y amaba como nadie jamás podría hacerlo.
3. Que solo fui un necio, porque Dios hace las cosas a Su manera y a Su hora.
1. De haber creído que a Dios yo lo podía ignorar o manipular.
2. De que Jesús siempre estuvo conmigo, me cuidaba y amaba como nadie jamás podría hacerlo.
3. Que solo fui un necio, porque Dios hace las cosas a Su manera y a Su hora.
Profesor, usted
tenía razón. Solo cuando nos rendimos y le creemos a Dios se puede amar; y solo nos encontraremos con Jesús cuando permitamos que Su amor nos arrope, y comencemos a
ponerlo en práctica.
Tony partió de
este mundo. Su sonrisa daba testimonio de que iba a encontrarse con su Amado, Señor
y Salvador Jesucristo… quien le amó y rescató, CUANDO ÉL SE RINDIÓ en Sus brazos!
¡Rendirte a
Jesucristo, tu mas glorioso desafío… Muy feliz día!
Wilda M.V.
(Referencia: reflexionesparaelalma)
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