Isaías 43:4-5 "Porque a mis ojos fuiste de gran estima, honorable, y yo te amé; daré hombres por ti, y naciones por tu vida. No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré".
Cuando los tres jóvenes hebreos (Sadrac, Mesac y Abed-nego) fueron arrojados al horno de fuego (Daniel 3:20), un cuarto hombre estaba allí con ellos: ¡Era Jesús! Ellos no se quemaron; de hecho, sus ropas y cabellos ni siquiera olían a humo. ¡Esa es la clase de liberación que Dios anhela darte!
¿Qué le motiva querer librarte? ¿Es que has hecho algo para apaciguarlo? ¿Has aumentado tu tiempo de oración? ¿Pasas más tiempo leyendo las Escrituras? ¿Has prometido que nunca volverás a fallarle? Isaías tuvo la verdadera revelación: a los ojos de Dios fuiste de gran estima, y te amó!
Dios te recuerda: aunque estés a punto de pasar por fuego e inundaciones, caminaré contigo. ¡Y al final, te libraré simplemente porque te amo, y confías en mi! Te conozco por tu nombre y eres deleite para mi corazón. Por mi gracia Yo te salvo por medio de tu fe; nunca por tus obras, porque no es tuyo el mérito, sino mío, te dice el Señor (Efes. 2:8-9).
Confía que Dios se deleita cuando oras, pasas tiempo con su Palabra, soportas pruebas y, al final, eres vencedor!
Tal vez el diablo te ha convencido de que has decepcionado a Dios, y nunca podrás complacerlo...eso es una gran mentira porque Él te salva y te perdona.
Dale gracias a Dios por Jesús, porque su gracia te permite caminar en victoria!
Feliz día y que Dios te bendiga!
Wilda M.V.
(Referencia: WorldChallengeOrg)
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