viernes, 15 de noviembre de 2013

“Para este tiempo te he llamado”


Marcos 16:15 Y les dijo: “Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura.

En estos últimos tiempos, donde se vive de gran apostasía (deslealtad), engaño; donde la iniquidad aumenta, y la perversión del hombre crece, Dios está haciendo un llamado a guerreros dispuestos para la batalla. Llama a quienes intervengan por las almas, así como lo hizo Esther por la nación judía. Llama a arrebatar de manos del enemigo aquellos que se están perdiendo.

El diablo se ha levantado con gran ira, sabe que su tiempo es corto, y que pronto la trompeta sonará, las cortinas de los cielos serán rasgadas y aparecerá en las nube el Rey del Reyes y Señor de Señores!

El tiempo se acaba, pero la humanidad baila, bebe, fornica, adultera, mata, engaña, calumnia, odia… Piensan que la vida es una gran escena de teatro; y que es propicio para disfrutarla, con todo lo que venga al corazón y manos. Pero ay! cuando menos lo imaginen, llegará el gran día, aquel donde habrá confusión, donde quizás digan llegaron unos extraterrestre y se llevaron a millares de personas, sin tener el conocimiento de que fue Jesús quien vino a buscar a su iglesia. A su pueblo santo!

Entonces vendrá el momento donde todo ese gozo del que disfrutaban, y toda esa libertad será coartada y tendrán que someterse a un gobierno malvado y funesto… el del anticristo.

Es por eso que Dios está buscando personas para capacitar; no importa edad, pero sí importa que estén dispuestos a hacer la misión; y llevar las buenas nuevas de salvación, de la gracia del arrepentimiento, y del perdón de pecado sin limitantes.

Los que se alisten en esta misión, pasarán por un proceso de preparación y purificación; ya que sin preparación, no habrá éxito. Muchos querrán ser parte, pero habrá pocos dispuestos a pagar el precio… muchos son llamados; pocos los escogidos. (Mt. 22.14).

Para hacer el trabajo, tener éxito en el objetivo de arrebatarle al diablo las almas, es preciso estar preparado, y contar con las armas necesarias; así como saber usarlas correctamente.
Muchos fracasarán en la misión. Muchos vendrán con buenas intenciones, creyendo que es lo único necesario, pero ignoran que hasta el mismo Jesús se preparaba cada día. Que es necesario consagrarse, apartarse y santificarse para esta obra maravillosa.

Algo importante en el proceso de preparación… Siga las instrucciones del manual de combate…la Biblia. No existe otro como éste. Gran parte desconoce lo que contiene este manual, no le dedican tiempo, ni les dan la importancia que deben. Y qué mecanismos utilizaremos para arrancarle al diablo -de entre sus garras- aquellos que se pierden… si no sabemos cómo? Y al no conocer las armas a disposición… la derrota es segura. Todo soldado, antes de ir a la guerra, debe ser entrenado intensamente; debe conocer las estrategias de supervivencia. Así mismo, si nosotros -como guerreros- no estamos preparados, vamos a perder la batalla.

Entendamos que Dios no nos puede capacitar o preparar para una misión, si la decisión no viene de nosotros. Nada nos será quitado ni otorgado, a menos que lo queramos de manera voluntaria.

Al observar la condición de algunas iglesias, vemos –en ocasiones- que sus líderes están fracasando en su misión de rescatar almas perdidas. Y muchos viven en completa ignorancia de lo que Dios quiere que se haga. La religiosidad, el paganismo, la doble vida, el fanatismo y la emoción, están desviando los objetivos. Y qué ofrecerán al mundo si ellos mismos están secos espiritualmente? Cómo llevar libertar, cuando se está atado?

Ahora bien, está la otra cara de la moneda… como en los tiempos de Eliseo, Dios tiene un remanente que se ha separado, no se ha dejado contaminar, y siempre está presto para librar la buena batalla. A esos Dios llama, prepara y envía con su protección, y planes de guerra bien diseñados. Si eres de los que forma parte de una iglesia muerta (en religiosidad, falsedad, ignorancia) Dios te dice ven, ven voluntariamente, que quiero hacerte pescador de hombres.

Deja todo y sígueme. Yo te prepararé, te enviaré, te haré mi representante aquí en la tierra; para que en mi nombre salves, sanes, restaures, y libertes a los oprimidos del diablo. Te daré poder y autoridad, te llenaré de mi espíritu, de mi sabiduría, de mi conocimiento; y así estarás completo para cumplir con la misión… Nada te faltará!

No temas, se valiente, esfuérzate, estoy contigo, te apoyo, y nadie podrá hacerte frente. Pero necesito que te apartes para mi, que dejes el mundo y sus placeres, que mueras a tu carne y tus deseos (2 Tim. 2:4). El soldado en servicio activo no se enreda en los negocios de la vida diaria, a fin de poder agradar al que lo reclutó como soldado. Déjate guiar por ese Espíritu que te santifica en todo. (En cuerpo, mente y corazón). No te dejes contaminar por el mundo y sus placeres; no des cabida al diablo.

Cuando todo esto acontezca, entonces SI que estarás preparado para ir por todo el mundo y llevar Mi palabra, hacer discípulos y realizar mayores obras que yo (Jn. 14.12)

Estás dispuesto a pagar el precio? Acepta el reto… Anótate en lista para esta misión!
Bendiciones.....

Judy Contreras (revisado por Wilda Messina)

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