Mateo 5.10-12 “Bienaventurados los que: Padecen
persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los
cielos. Bienaventurados sois cuando por
mi causa os vituperen, persigan, y digan toda clase de mal contra
vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón
es grande en los cielos…” Amén.
Los mandatos de Dios a veces desafían la lógica humana. Hoy nos aconseja regocijarnos en la
persecución.
Es que el efecto de la alabanza: nos mantiene
enfocados en el Señor y en las cosas buenas que Él puede sacar de
nuestro sufrimiento.
Confiemos en el principio de Romanos 5.3-5: Que nos gloriemos en tribulaciones,
porque producen paciencia, prueba y esperanza; y la esperanza no
avergüenza.
Por lo tanto, las dificultades tienen propósito: sea
desarrollar la paciencia, fortalecer el carácter y/o consolidar
nuestra esperanza.
El Señor siempre sacará lo bueno de nuestras adversidades. Ante temores o dudas, la clave es no dejarnos
dominar.
Alabemos a Dios por todo lo que hace en nuestra vida, aún por las cosas más simples que podamos
percibir.
La alabanza nos ayuda a mantener el enfoque en Dios y en Su
propósito, para no desistir y
recibir nuestra recompensa.
Feliz día.
¡Que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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