Romanos 12.1-2 “…Presenten sus cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es su culto racional. No se conformen a este siglo, sino transfórmense por medio de la renovación de su entendimiento, para que comprueben cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Amén.
Aunque no lo veas así, la voluntad de Dios es buena, agradable
y perfecta. Nos lleva a descubrir Sus planes y
deseos, así como a andar en su voluntad. Aunque eso no impide que
surjan obstáculos.
Por lo que es necesario:
1-Tener controles. Para seguir el plan de Dios, debemos rendir nuestros derechos y seguir Sus caminos. Es dejar que Él nos gobierne.
Jesús decía: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Todo el que pierda su vida por causa de mí, la salvará (Lucas 9.23-24).
Ignorar los principios de Dios, es alejarnos de Sus planes. Porque lámpara y lumbrera es a nuestros pies y camino Su palabra (Salmos 119.105).
2-No dejarnos influenciar de los demás. Si no somos cuidadosos, terminaremos fuera de la voluntad de Dios, abrazando la opinión de la gente, y no la del Señor. Que es la que verdaderamente vale.
Al rendirnos a Dios, nuestro “yo” sometido a Él, crecerá; viviremos para agradarlo a Él, y no a los demás. Sea el Señor el trono de tu vida.
Que tengas feliz domingo.
¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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