Lucas 5.1-6 Estando Jesús junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago. Entrando en una de aquellas barcas, que era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad las redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; pero en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Amén.
Algunas enseñanzas de esta interacción de Pedro con el Señor Jesucristo, pudieran ser:
1. Obedecer en asuntos pequeños puede tener resultado eterno, y conduce a bendiciones de Dios. El simple hecho de prestarle una barca al Señor resultó en el llamado de Pedro a convertirse en pescador de hombres (vs.10).
2. Con nuestra obediencia, podemos beneficiar a otros. Cuando Pedro volvió a echar las redes, a petición del Señor, eso le llevó a una gran pesca. Y esa acción le hizo que muchas personas escucharan al Señor.
3. Dios puede pedirnos
acciones que parezcan no tener sentido:
Le ordenó a Noé que
construyera un arca (Gén.6.14).
A Abraham que
sacrificara a su hijo Isaac (Gén.22.2).
Guió a Josué a conquistar Jericó, marchando en silencio durante 6 días, y gritando en el séptimo (Josué 6.3-5).
Todos esos personajes aceptaron el plan de Dios, y su confianza superó todo, conduciéndoles a gran recompensa. Es que el Señor tiene planes perfectos, y es una insensatez no obedecerlo.
Aunque no tengamos idea de lo que Dios hará, vamos a -simplemente- obedecerlo.
Feliz
día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:En.Contacto)
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