1 Pedro 1.6-9 “…Aunque ahora, por un poco de tiempo, si es necesario, tengas que ser afligida en diversas pruebas, para que, sometida a prueba tu fe, mucho más preciosa que el oro, que, aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien amas sin haberle visto, en quien, creyendo, aunque ahora no lo ves, te alegras con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de tu fe, que es la salvación de tu alma”. Amén.
El Señor Jesús dijo que los problemas son inevitables, incluso para los hijos de Dios (Jn.16.33). Y su propia vida no fue la excepción.
Como seguidores de Cristo, también podemos esperar dificultades, aunque las causas varíen. Algunas, debido a la naturaleza caída del mundo. Otras, por pecados cometidos. Y por malas decisiones, o por ignorancia.
Aunque las pruebas son difíciles de aceptar, recordemos que el Señor todo lo permite con propósito divino, y nos dará las fuerzas necesarias para enfrentarlas. Se trata de rendirnos a Él. Y decirle que no podemos solos.
¿Qué prueba estás enfrentando? Ten presente que el Señor nunca permite las dificultades sin propósito hermoso. A ti te toca aferrarte a Él.
Muy
feliz día. ¡Que Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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