Colosenses 2.6-7 “Por tanto, de la manera que han recibido al Señor Jesucristo, caminen en Él; arraigados y sobreedificados en Él, y confirmados en la fe, así como han sido enseñados, abundando en acciones de gracias”. Amén.
Cuán importante es el crecimiento constante. En el pasaje de hoy, Pablo nos dijo cómo lograrlo: arraigados y sobreedificados en Jesús.
A medida que nos arraigamos en la fe, nos acercaremos más y más a Cristo, no solo amándolo más, sino también aprendiendo a amar como Él lo hace.
El crecimiento es una decisión voluntaria, y un proceso transformador. Un árbol va poco a poco creciendo, añadiendo capas año tras año. Del mismo modo, crecemos en amor por medio de la gratitud, paciencia, actos de bondad y perdón. Nos ayudan a mejorar nuestras relaciones con los demás.
Cuando hablamos la verdad con amor, fomentamos una cultura de bondad y comprensión.
La sinceridad sin amor puede herir, mientras que el amor sin verdad puede permitir el engaño. El equilibrio es en Jesús, quien encarna, a la perfección, ambos requisitos.
Tómese un momento para reflexionar en cuanto a sus interacciones recientes. ¿Estuvieron caracterizadas por el amor? Si no es así, tal vez necesite pasar más tiempo sintiendo el amor del Padre celestial.
¿Estarás preparado para dejar que el ejemplo de Dios sea tu guía en cada conversación, relación y decisión?
¡La madurez se alcanza al decidir, todos los días, seguir a Cristo!
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia:En.Contacto)
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