Día Nacional de la Biblia
Isaías 55.11 “Así será mi Palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que Yo quiero, y será prosperada en aquello para lo que la envié”. Amén.
Veamos el siguiente poema -no está compuesto por mi-, pero rinde homenaje a ese libro tan especial: La Biblia. Y diga usted, si no es verdad…
Manantial de vida y luz, tinta en pergamino, voz de Verdad, la Biblia se alza esplendorosa, cuán fuente de claridad.
Es eco fiel de Palabra eterna, que en cada verso el alma se interna. Es faro en la noche y brújula en el mar, un mapa sagrado para podernos guiar.
En sus hojas reposa el don de la fe, y el camino al cielo para el que en Ella cree. En el Génesis, el inicio del ser, el soplo divino que hizo florecer. En Salmos, ruegos que al Cielo se elevan, voz que consuelan y al alma renuevan.
Es libro santo, es libro inmortal, que purifica corazón y vida mortal. Es la espada viva, espejo de la cruz, que alumbra la conciencia con su luz.
Así como el trigo se muele para el pan, así la Escritura demuestra su afán. De ser mejores, más cerca de Dios, con cada lectura, con cada susurrada voz.
No es solo letras, es corazón, es la promesa, la eterna razón. Es palabra fiel que nos lleva a amar, y nos da la fortaleza para caminar.
Es más que un tesoro, es un libro especial, es la inspiración, del bien a raudal. Nos da consuelo, vigor y saber, para que nuestra alma pueda a lo Eterno trascender.
Feliz
día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
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