Romanos 8.5-6 ”Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”. Amén.
Cómo nosotros pensamos determina nuestro comportamiento. Para poder vencer la tendencia pecaminosa, aprendamos a vernos como Dios nos ve: como nueva criatura, libre del dominio del pecado. Que solo se logra con presencia viva y constante del Espíritu Santo, a fin de que podamos ser más que vencedores.
Pasemos tiempo diario con el Señor, enfoquemos nuestra mente en las cosas espirituales.
Quienes
aceptamos a Cristo, como Señor y Salvador, recibimos El Consolador: el Espíritu
Santo de Dios. Al ponernos bajo su control, Él libera poder
divino en nosotros. 
Mientras nuestra dependencia del Espíritu Santo sea constante, seremos sensibles a sus advertencias y tendremos mayor capacidad para seguirlo y obedecerlo.
Seamos
diligentes al rendirnos al Señor, experimentaremos muchas victorias.
Feliz día. Y ¡Que Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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