Hebreos 3.12-14 “Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de ustedes corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhórtense los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado”. Amén.
Alguien
que se aparta de la gracia de Dios, acarrea
pérdida, conlleva consecuencias negativas, ahora y eterna.
Pasar
de ser creyente a incrédulo, es ¡peligro grande! En
Ezequiel 18.24 nos dice: Si el justo se apartare de su justicia y cometiere
maldad, hiciere conforme a las abominaciones que el impío hizo, ¿vivirá
él? Ninguna de las justicias que hizo le serán tenidas en cuenta; por su
rebelión con que prevaricó, y por el pecado que cometió, por ello morirá.
Amados míos, ¡no juguemos a ser cristianos! Mucho menos nos apartemos de ese camino.
Hemos sido creados para vivir en conexión con el Padre, y si ya hemos conocido a ese Padre tan amoroso, misericordioso, que nos ha llenado de paz, gozo y bienestar, ¿por qué tratar de conocer al Dios de justicia y fuego consumidor? ¡No te va a gustar!
También hemos sido creados a la propia imagen de Dios, con los privilegios y garantías que nos ofrece Su Palabra, y Sus promesas. ¡Mal negocio es cambiar todo eso! para servir a la imagen distorsionada, que Satán quiere hacer creer que somos.
Antes
de apartarte de Dios, ¡piensa en el resultado eterno!
Feliz día. ¡Que Dios te ilumine y te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
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