Job 42.1-2 “Respondió Job a Jehová, y dijo: Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti”. Amén.
Muchos
preferiríamos no tener que esperar para entender la voluntad del Señor.
Pero así es como crecemos en nuestra relación con Él. Dios y el Espíritu
Santo están dispuestos a dirigirnos y ayudarnos.
¿Cómo
hacer para descubrir la guía de Dios?
1.
Despejar el camino. Eliminemos el pecado. Este empaña los
pensamientos y divide la mente.
Habrá
momentos en que Dios tendrá que llevarnos a un lugar de escucha sumisa para que podamos discernir Su
camino. Escuchémosle.
2.
Ejercitar la paciencia. Nunca intentar dizque
adelantarse a Dios. Cuanto más fuerte es el deseo, más difícil es
esperar la clara dirección. Pero la paciencia siempre trae recompensa.
3.
Mantenerse alerta a las presiones. Una dirección
clara no se consigue escuchando opiniones de todos. Colemos los consejos en
oración y Palabra.
Si
no distinguimos la dirección de Dios, no sigamos adelante. El
“debería”, el “tendría que” y el “es que” pueden meternos en problemas.
4.
Persistir en la oración. Orar sin cesar (1Tes.5.17), y es
un mandato imperativo. Cuando comencemos a orar por algo, no lo dejemos.
Dios puede sacar a la luz motivos desconocidos, que pueden evitarnos cometer
errores.
Tengamos
presente que la meta de Dios no es darnos todo lo que deseamos,
sino hacernos más semejantes a Cristo. Él desea escucharnos decir: Está
bien, Señor, quiero lo que Tú quieres.
Continuaremos…
Feliz día. ¡Que Dios te dirija y te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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