jueves, 24 de julio de 2025

25.7.25... No Huyas. Deja la Desobediencia.

Jonás 4.1-2  “Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó. Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal”. Amén. 

Fue en el vientre de un pez que Jonás se comprometió con el propósito de Dios. Pero la historia bíblica, sobre las consecuencias de la desobediencia, no termina con Jonás obedeciendo. El libro concluye con Jonás reconociendo por qué no quería la tarea, y con Dios reprendiéndolo por sus motivos egoístas.

 

Jonás temía que los ninivitas, que eran una amenaza para los judíos, se arrepintieran y Dios no los destruyera. Jonás admitió que quería verlos aniquilados: “Por eso me apresuré a huir”.

 

Los creyentes, en algún momento, nos resistimos a hacer la voluntad de Dios por muchas razones. A veces, no nos gusta lo que resultaría de nuestra obediencia.

 

Como Jonás, también podemos perder de vista lo espiritual y enfocarnos en nuestros propios deseos. Pero, si el Señor nos llama a actuar, Él se encargará de los resultados. Nuestra tarea es obedecer.

 

¿Qué te impide obedecer al Señor? ¿Estar demasiado enojado con alguien, como para no ocuparte de mejorar esa relación? No te dejes dominar por sentimientos, por más fuertes que estos sean. El Padre celestial solo nos llama a obedecerlo.

 

Feliz día. ¡Que Dios te bendiga!

Evangelista Wilda Messina

(Referencia: En.Contacto)

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