Filipenses 2.5-8 “Haya en ustedes este sentir de Cristo Jesús, que siendo en forma de Dios, no estimó ser igual a Dios, como cosa a que aferrarse, y se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a hombres; y estando en esa condición de hombre, se humilló, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Amén.
La manera en que las personas ven el Evangelio
está influenciada por cómo actuamos los cristianos fuera de la iglesia. Nuestro comportamiento debe reflejar
nuestra fe.
¿Podrán tus compañeros de trabajo ver
evidencias de Cristo en ti?
La forma en que vivimos como cristianos, debe
permear todas las áreas de vida, incluso de trabajo. Si afirmamos ser
cristianos, entonces nuestros compañeros, jefes y demás empleados compararán
nuestras actitudes y acciones con las de Cristo.
Veámonos como siervos, sabiendo anteponer las
necesidades de los demás a las nuestras.
Entendamos que aquellos con quienes
trabajamos, y para quienes trabajamos, tienen gran valor a los ojos del
Creador, por lo que deben ser tratados con respeto.
Reconozcamos que nuestro verdadero jefe es
Cristo;
por lo que trabajamos con integridad y esfuerzo, sabiendo que nuestra
recompensa viene de Él (Col.3.23).
Como toda autoridad es dada por Dios, obedezcamos
a nuestros superiores con gusto, a menos que pidan hacer algo que vaya en
contra de la Biblia.
Feliz día. ¡Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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