Efesios 1.3-4 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con TODA bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él”. Amén.
¿Te has sentido fracasado, acerca de tu vida
espiritual alguna vez? Tu problema pudiera ser que estás dependiendo de tus
propias capacidades y recursos, en vez de hacerlo de las riquezas de
Dios a tu disposición.
Con Dios, no tenemos que preocuparnos por
quedarnos sin tiempo, energías, dinero o recursos. Él ha prometido
equiparnos de todo lo necesario.
Siendo hijos de Dios -mediante Jesucristo- somos herederos de
grandes y gloriosas riquezas.
Dios nos salvó por su gracia y nos santifica
diariamente de igual forma. La obra transformadora es del Señor;
el papel nuestro consiste en cooperar y depender de Él.
Recuerda que tenemos acceso directo a Dios. Su ayuda está a una
oración de distancia. Pero es al orarle a Él, no a ningún otro más.
Por demás, su Espíritu Santo mora en
nosotros, cuando somos hijos de Dios (cuando tenemos a Jesucristo como Salvador
y Señor). Nos guía y ayuda a entender la Biblia, también nos otorga
lo necesario para obedecer a Cristo.
Siendo seres humanos, tenemos recursos
limitados,
pero con Dios, su provisión infinita nos da descanso, paz y confianza sin
igual.
Feliz día. ¡Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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