Filipenses 3.12-14 “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. Amén.
El apóstol Pablo dijo
que su meta era conocer a Cristo íntimamente. Cuando ese es nuestro gran
deseo, la vida recta y la pasión por el Evangelio nos seguirán.
La intimidad crece a
medida que nos sumergimos en la Palabra de Dios. Ahí el Señor se nos
revela. Intimidad no es solo un ejercicio mental. Incluye
compromiso. De amarle, servirle y adorarle.
Cuanto más conozcamos al
Señor, más profundos se volverán nuestro amor y devoción hacia Él. Habrá mayor deseo de obedecerle.
Al sintonizar
nuestras mentes y corazones con lo que le importa al Señor, nos
deleitaremos en hacer lo que Él diga.
No te conformes con una
conexión superficial con el Señor. Salvación no es solo la puerta al cielo; es el camino para crecer en gracia y conocimiento del Salvador, hasta
tener la más satisfactoria de todas las relaciones.
Un don maravilloso
que nos da el Señor es el privilegio de poder relacionarnos con Él.
Feliz día. ¡Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia: En.Contacto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario