19.11.2024
HECHOS 1.12-14 “Entonces, volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo. Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo. Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, con María la madre de Jesús, y con sus hermanos”. Amén.
Cristo habló bastante
sobre la oración y su importancia. Él tuvo momentos
en que sus oraciones eran públicas; otros, a solas con el Padre. Cristo
también habló del poder de la oración unida (Mt.18.19-20).
Si en las reuniones de la
iglesia y grupos de oración se hicieran peticiones con mentalidad centrada
en el cielo, habría mayor enfoque en Dios y Su Reino. Lo alabaríamos más, expresaríamos dolor
por nuestros malos caminos, daríamos gracias por todo, nos
regocijaríamos al ver a las personas venir al Señor.
Disfrutaríamos grandemente al percibir la obra de Dios, en y a través de nuestras iglesias, suplicaríamos
a nuestro Padre por la salvación de los demás, así como por el
crecimiento espiritual del creyente.
¡Hermoso es ver que Dios
responde nuestras oraciones! A muchos más se les haría
más fácil testificar acerca de nuestro Salvador, otros se llenarían de paz
al enfrentar las pruebas.
Imagínate la Iglesia rebosada
y convirtiéndose en la casa de oración que el Señor Jesús anheló. ¡Vamos a intentarlo!
Muy feliz día. Que
Dios te bendiga y guarde.
Evangelista Wilda Messina
(Referencia:En.Contacto)
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