06.08.2024
SALMOS 139.13-14 “Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien”. Amén.
¿Has observado alguna vez la famosa pintura “La noche estrellada” de Vincent van Gogh? Es una mezcla de círculos y remolinos que forman un cielo soñador. Es una pintura de 1889. De las más conocidas del arte moderno.
Cada pincelada es única e intencional, creando un contraste entre el cielo y las estrellas. La combinación de colores aporta profundidad y riqueza a su composición.
Pero, por muy hermosa que sea la obra maestra de Van Gogh, empalidece en comparación con lo que el Creador ha logrado en nosotros.
Cada criatura es una mezcla única de personalidad, dones y experiencias que Dios ha mezclado para que, al mismo tiempo, realcemos y seamos realzados por quienes nos rodean. ¡Y cuanto más si tenemos a Cristo como nuestro Señor y Salvador!
¡Qué gran honor es ser obra de Dios! Cada cristiano es una pequeña pieza de la totalidad de la creación, con carácter distintivo sin perder la grandeza del conjunto. Dios sabe justo dónde estamos y siempre nos tiene en cuenta como parte de su gran obra maestra, que florece por encima de cualquier otra.
Somos la
obra maestra, del arte más especial del Creador.
Feliz día ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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