Viernes
23/08/2024
SALMOS 40.1-3 “Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová”. Amén.
Dios siempre trabaja para nuestro bien, incluso cuando las respuestas se demoran. Es probable que todos hayamos tenido la experiencia de orar por algo, y preguntarnos ¿cuánto tiempo tomará Dios en respondernos? Incluso, podríamos comenzar a crear un plan alternativo.
Aprender a esperar con paciencia en el Señor es una habilidad esencial. David aprendió a hacerlo en alegría, exilio y conflictos. Supo reconocer que la paciencia ayudaba a que su fe creciera. Él perseveraba en la oración, y esperaba con confianza la respuesta de Dios.
Para nosotros también, la espera desarrolla la perseverancia. Como nos enseña el aposto Pablo en Romanos 5.3-5: “Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”.
Perseverar forma el carácter, y el carácter
trae esperanza.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(De:En.Contacto)
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