Domingo 25/08/2024
ISAÍAS 31.1, 5 “¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová! Como las aves que vuelan, así amparará Jehová de los ejércitos a Jerusalén, amparando, librando, preservando y salvando”. Amén.
La seguridad y el amor que necesitamos, siempre pueden encontrarse en la presencia de nuestro Padre celestial.
¿Recuerdas haber visto a un padre proteger a su hijo del peligro? Es una fuerza feroz y tierna, maravillosa de contemplar. Así como los padres son rápidos para defender y consolar a sus hijos, nuestro Padre celestial también se apresura a ampararnos y cuidarnos.
A lo largo de la Biblia, encontramos numerosas ocasiones en las que el amor de Dios por sus hijos es comparado con el de un ave que custodia su nido o al de una madre que consuela a su hijo.
Hoy, el profeta Isaías, describe un tiempo en el que la nación de Israel lamentaría el buscar protección en otra nación o gobernantes fuera del Señor.
Pero Dios nos recuerda que, aunque hay que sufrir por las malas decisiones, Él custodia desde lo alto, protegiendo y salvando.
Siglos más tarde, Cristo expresó un anhelo similar de reunir a los hijos de Jerusalén “como la gallina junta a sus polluelos” (Mateo 23.37).
Confiemos en que nuestro Dios está cerca en tiempos de peligro. Refugiándonos en Él no hay nada que temer.
Feliz domingo. ¡Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda Messina
Lectura bíblica completa a continuación...
https://www.biblegateway.com/passage/?search=Isa%C3%ADas%2031.1-5&version=RVR1960
(De:En.Contacto)
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