Domingo 18/08/2024
LUCAS 7.8-10 “Porque también soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe”. Amén.
Vemos el momento cuando Jesús, de camino, recibe la información de que no era necesario ir hasta donde estaba el siervo. Que él mismo (el centurión) no era digno de Jesús entrar en su casa. Que, con decir la palabra de sanidad, era suficiente.
**Te das cuenta lo que es reconocer el lugar que corresponde? El centurión supo decir: no soy digno. El único grande es Dios, su Hijo y el Espíritu Santo, no tú.
Por más que tengas o seas, mira qué dijo el apóstol Pablo: Ciertamente, estimo todo como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura… (Filip.3.8).
El centurión sabía lo que era estar bajo autoridad. **¿Sabes lo que significa tener a Jesús como tu Señor, como tu máxima autoridad? No es solo decirle Señor, Señor, y tener el corazón cerrado. O eres de Cristo o no lo eres.
Jesús se maravilló al oír: di la palabra, y mi siervo será sano. Y expresó: cuán grande era la fe. Y el siervo fue sanado.
Deja que Jesús se maraville con tus acciones de corazón. Muéstrale cuán grande es tu fe. Aun en la distancia tu milagro puede ser realidad!
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
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