04.07.2024
Mateo 17.4-6 “Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es que estemos aquí; si quieres, haré tres enramadas, una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías. Mientras estaba aún hablando, una nube luminosa los cubrió; y una voz salió de la nube, diciendo: Este es Mi Hijo amado en quien Yo estoy complacido; óiganlo a Él. Cuando los discípulos oyeron esto, cayeron sobre sus rostros y tuvieron gran temor”. Amén.
Los días venideros, luego de que el Señor Jesús se preparara para entrar en Jerusalén, serían desafiantes para los discípulos. Ellos enfrentarían sacrificios diversos, y un camino sombrío.
Y Jesús se transfiguró. Pedro, Jacobo y Juan fueron testigos (vss.1,2). Cristo les estaba revelando un mundo donde Él es rey. Fue una visión de regalo de esperanza, aunque también abrumadora. Cristo estaba animando a sus discípulos: Levántense. No teman (vs.7).
Fueron palabras tranquilizadoras para ese presente, y fortalecedoras para la persecución que vendría. La Transfiguración les dio la luz que necesitarían para el oscuro camino que tendrían por delante.
También Jesús consoló a sus discípulos con promesa de que estaría con ellos siempre (Mateo 28.20). Promesa que también hoy nos ayuda a tener esperanza.
El costo de seguir al Señor Jesús sigue siendo alto. Enfocarnos en Él, nos ayuda a vivir sin temor.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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