06.05.2024
EFESIOS 3.14-18 ”Por eso yo me arrodillo delante del Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien recibe su nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que por su Espíritu, y conforme a las riquezas de su gloria, los fortalezca interiormente con poder; para que por la fe Cristo habite en sus corazones, y para que, arraigados y cimentados en amor, sean ustedes plenamente capaces de comprender, con todos los santos, cuál es la anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de Cristo”. Amén.
Cuando nuestras luchas parezcan abrumadoras, podemos invocar a Dios, quien promete darnos las fuerzas para soportar.
El apóstol Pablo escribió su carta a los efesios encarcelado en Roma. Sufriendo por el Evangelio. Sabía que vivir como súbdito del verdadero Rey no sería fácil. Pero no quería que su persecución desanimara a los hermanos de Éfeso, así que oró por su fortaleza espiritual.
Pablo reforzó la verdad de quién es Dios y quiénes somos los creyentes en Él. Y Dios promete proveer para todas nuestras necesidades (Filip.4.19). Como fue para los creyentes en Éfeso, nosotros necesitamos que nos recuerden esto a menudo, y esa es una labor clave del Espíritu Santo.
La fortaleza espiritual nos ayuda a perseverar, ya sea que estemos sufriendo o viendo a otros luchar. También nos permite recordar que Cristo mora en nuestros corazones.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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