19.04.24
Juan 8.36 “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” Amén.
Muchos de nosotros vivimos la frustración o decepción de ver a muchos de nuestros familiares desconociendo al Dios verdadero. Sufrimos al verlos emborracharse, trasnocharse, perdiéndose en vicios, en una vida violenta, adorando a dioses…; viviendo una vida desordenada.
Anhelamos que la misma verdad que nos hizo libres, pueda libertarlos también a ellos. Imagínate la sensación dolorosa de llegar al paraíso, sabiendo que tu familia se perdió.
Al leer: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa (Hechos 16.31), nos reconfortamos sabiendo que, de nosotros perseverar en nuestro testimonio como cristianos, esa promesa del Señor la veremos hacerse realidad. Recordar hacer nuestra parte para ver el cumplimiento de la promesa.
Si somos luz, debemos fluir y brillar como luz, mediante nuestras palabras, acciones y reacciones.
En este tiempo, recordemos que hay palabras del Señor en nosotros, que debemos compartir. Contemos a los que nos rodean que Dios les está pidiendo que dejen sus oscuros, torcidos y tristes caminos y se conviertan al Señor… porque aún hay oportunidad.
Que el mayor anhelo sea ver a nuestras familias amando apasionadamente al Señor. ¡Intentémoslo!
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: TPSH.281112)
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