05.04.24
Salmos 92.1-2 “Bueno es alabarte, oh Jehová, Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo; Anunciar por la mañana tu misericordia, Y tu fidelidad cada noche”. Amén.
Sentir gratitud hacia el Señor es un aspecto importantísimo de ser cristiano.
Mediante la fe tenemos senda abierta a los dones maravillosos de Dios; desde la salvación hasta las más sencillas bondades diarias.
Como hijos de Dios, es casi imposible no sentirse agradecidos. Y Dios nos bendice cuando lo bendecimos a Él.
¿Alguna vez has encontrado un amigo querido al que no veías desde hacía tiempo, y al interactuar sintieron como si jamás hubiese pasado el tiempo? Y luego vino el deseo de ponerse al día en todo lo que se habían perdido. Algo parecido ocurre al empezar a alabar y dar gracias a Dios.
Todo esfuerzo por llegar a Dios enriquece nuestra relación con Él. Ahora bien, sus bendiciones no deben ser la motivación para ser agradecidos.
Alabar y dar gracias al Señor nos recuerda que nuestra atención debe de centrarse en Él, y no en nosotros. OJO: Las exigencias y el estrés del mundo nos apartan de nuestra prioridad… si no tenemos cuidado.
El salmista Asaf estuvo preocupado hasta entrar en el santuario de Dios, y recordar que la roca de su corazón y porción es Dios para siempre (Salmos 73.17, 26).
Continuaremos…
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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