11.03.2024
Hebreos 10.23-25 “Mantengamos firme y sin fluctuar la esperanza que profesamos, porque fiel es el que prometió. Tengámonos en cuenta unos a otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como es la costumbre de algunos, sino animémonos unos a otros; y con más razón ahora que vemos que aquel día se acerca”. Amén.
Gastamos energía en el presente pensando en el pasado y en el futuro. El pasado está fuera de nuestro control, aunque nos preocupa. Y el futuro no nos pertenece. Así que no nos preocupemos por lo que nos ofrecerá; si alegría o dolor.
El Evangelio nos invita a confiarle a Dios el futuro. Y a liberarnos de vivir para el Señor en el único momento que podemos: el presente.
Alentarnos unos a otros no es una sugerencia; es una práctica vital para el crecimiento espiritual. Necesitamos el apoyo de hermanos en la fe que nos ayuden a superar con éxito los retos y oportunidades.
Si queremos evitar que nuestros corazones se “endurezcan por el engaño del pecado”, debemos dar y recibir aliento.
Es bueno decir palabras de afirmación, y esperanza sobre nuestra vida cristiana con regularidad. Pueden tener un efecto duradero, mucho más allá del presente.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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