27.03.24
Proverbios 2.1-5 “Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la prudencia, si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios”. Amén.
Aprendamos a pedirle a Dios discernimiento; lo cual no es más que la capacidad de hacer juicios acertados al percibir lo que no es evidente. Es fundamental para nuestra vida en Dios.
¿Qué crees que debes hacer cuando deseas seguir al Señor, pero tienes múltiples opciones que parecen prometedoras y buenas?
¿Cómo saber si estás escuchando a Dios o simplemente a tus propios deseos?
Clamando a la inteligencia y a la prudencia, hallaremos el conocimiento de Dios. Él siempre está dispuesto a darlo.
Ahora bien, el discernimiento no aparece de la noche a la mañana, se desarrolla, si como a la plata lo buscamos, y lo escudriñamos como tesoro.
No esperemos una decisión crítica: comencemos a pedirle al Señor su discernimiento y sabiduría.
Saquemos tiempo para practicar ese tipo de humildad, y aprender a escuchar la voz de Dios entre los ruidos de la vida.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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