24.03.24
Salmos 37.3-5 “Confía en Jehová, y haz el bien; habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, confía en él; y él hará”. Amén.
¡Cuán bendecidos somos los que tenemos a Dios como nuestro Padre y amigo!
Varios evangelios mencionan a niños que vinieron a Cristo. Algunos quizás se subieron a su regazo, otros tal vez se sentaron a sus pies… No es de extrañar que se reunieran en torno al Señor Jesús, quien ama de manera perfecta.
Si bien es cierto que debemos obedecer los mandatos de Dios, también debemos deleitarnos en Él como lo haríamos en la compañía de un buen amigo.
Si imaginas a un Dios severo, terminarás dedicando mucho tiempo y energía tratando de “ganar” tu salvación. Te quiero decir que la autoridad soberana de Dios está equilibrada de manera perfecta, con amor eterno e incondicional. Él quiere que sus hijos nos deleitemos en pasar tiempo con Él.
Dios, por su gran amor, envió a Jesucristo para salvar nuestra vida de condenación eterna, de modo que podamos vivir con Él en el cielo por la eternidad. No existe un mejor amigo más que Cristo.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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