09.03.2024
Mateo 17.1-6 “…Jesús tomó a Pedro, Jacobo y a Juan su hermano, los llevó aparte a un monte alto; se transfiguró delante de ellos, resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos tres enramadas: una para ti, para Moisés, y para Elías. Él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y una voz desde la nube, decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd. Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor”. Amén.
¿Alguna vez has notado que cuanto más tiempo estas con alguien, mejor le entiendes? Nuestra relación con el Señor Jesús es similar.
Cuando hay conexión cercana, hablamos con el Dios que nos ama, sostiene y moldea a su imagen. Lo cual cambia nuestra manera de acercarnos.
Aunque es importante venerar, reverenciar, adorar y respetar al Señor, no debemos tenerle miedo. Después de todo, es su gracia y amor los que hacen de Él un Salvador a seguir.
El Señor Jesucristo tocó a aquellos discípulos diciéndoles: Levántense y no teman (vs.7). Ese es el tipo de Dios compasivo y personal al que solamente debemos rendirle culto.
Siempre ten presente conectarte con Dios. Él te ama, te perdona y se regocija cuando lo buscas en oración.
Feliz sábado. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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