26.02.2024
Filipenses 4.6-7 “No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias, Y que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y pensamientos en Cristo Jesús”. Amén.
Si te sientes abrumado hoy, te invito a pasar tiempo con el Padre celestial para encontrar la quietud que buscas.
Sabemos que miles de cosas compiten con nuestra atención, y que pudiera hacerse difícil tener una conversación con el Todopoderoso. Pero es la mejor receta que puedes aplicarte.
El Señor Jesús enfrentó ese mismo problema, y por eso se aseguraba de alejarse y pasar tiempo con su Padre, como puedes leerlo en el Evangelio de Marcos 1.35.
Para disfrutar de paz interior continua, haz pausas periódicas y deja que tu alma se dé cuenta de la necesidad que tiene de ir a la presencia del señor.
Bajar el ritmo de tu rutina diaria pudiera ser difícil, pero experimentar la serenidad y el descanso que Dios proporciona es un regalo por el que vale la pena esforzarse.
Te invito a conocer, o a recordar, lo que dice en Salmos 145.18: Tú, Señor, estás cerca de quienes te invocan, de quienes te invocan con sinceridad.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
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