27.02.2024
Job 13.5-6, 12, 15 “¡Cómo quisiera que cerraran la boca! ¡Eso, en ustedes, ya sería sabiduría! Pero les pido que escuchen mis razones, y que presten atención a mis argumentos. ¡Ustedes citan proverbios sin sustento, y su defensa se desmorona, como el lodo! Aunque el Señor me mate, yo en él confío; pero en su cara defenderé mis actos”. Amén.
Satanás pidió permiso al Señor para probar a Job, aplastar el alma del fiel creyente, y revelar que no era la persona justa que Dios afirmaba.
Después de que Job perdió sus posesiones, hijos y salud, sus amigos vinieron a él, pero sin saber la verdadera razón detrás del sufrimiento de Job, y asumieron que estaba recibiendo el castigo merecido.
¿Alguna vez has recibido consejos parecidos a los que ofrecieron los amigos de Job? Como dice un viejo refrán: Con amigos así, ¿Quién necesita enemigos? ¿Qué te parece si te motivas a leer la historia de Job?
Él dio varias respuestas que cambiarían la perspectiva de sus amigos. Y, a pesar de no tener idea de por qué había perdido tanto, Job declaró: Aunque él me matare, en él esperaré.
Esa valiente declaración de Job es una visión realista de sus circunstancias, y como expresión de su confianza en Dios.
Su esperanza no era un “cliché” espiritual para minimizar su sufrimiento, era una decisión reflexiva de confiar en Dios, en medio del sufrimiento.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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