12/01/2024
Hebreos 6.13-15 “Cuando Dios hizo la promesa a Abrahán, juró por sí mismo, porque no había nadie superior a Él por quien jurar, y dijo: Ciertamente te bendeciré con abundancia y multiplicaré tu descendencia. Y Abrahán esperó con paciencia, y recibió lo que Dios le había prometido”. Amén.
¿Has sentido que Dios no te ha cumplido algunas promesas? Si es así, entonces el pasaje de hoy es para ti.
Hay tres enseñanzas que podemos aprender.
1. Nadie es más grande que el Señor. Él tiene poder, conocimiento y sabiduría infinitos. Nada frustra sus propósitos. Todo lo que promete hacer, lo hará. El Señor nunca le falla a sus hijos, aunque tengamos que esperar.
2. Dios es inmutable. Su Palabra y sus planes para el bien de sus hijos no cambian. Él hará todo lo que dice que hará. Aunque todo lo que nos rodee cambie, nuestro Padre celestial NO lo hace.
3. Es imposible que Dios mienta. Él es fiel y fuente de toda verdad. Es santo. No hay pecado en Él. Todas sus promesas se basan en su integridad.
Una promesa tiene valor solo si el que la hace es digno de confianza. Y solo Dios cumple a la perfección ese requisito. Vivamos con la certeza de que Él cumplirá.
Su fidelidad absoluta significa que también podemos estar seguros de su lealtad y amor incondicional por nosotros.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:En.Contacto)
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