Salmos 27.13-14 “Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová” Amén.
¿Estás esperando que el Señor actúe en tu vida o en la de algún ser querido? Será que nuestro Padre celestial se “demora” en asuntos que son urgentes para nosotros. ¡Jamás! Solo Él conoce la razón.
Podemos hacer algunos ajustes mientras esperamos.
1. Determinar el enfoque. En las urgencias es fácil centrarnos en la necesidad, en vez de hacerlo en Dios. Pudiéramos comenzar esperando al Señor, pero, antes de que nos demos cuenta, estamos más interesados en lo que Él puede hacer por nosotros que en Él mismo.
Deleitémonos en quién es Él, y no en lo que nos da.
2. Renunciar a nuestras expectativas. El Señor SIEMPRE está trabajando a nuestro favor. Aferrarnos a nuestras suposiciones, sobre cómo Él debería intervenir, es agotador.
La paz inunda a quienes confían en que Él hará lo mejor en cada situación.
Recuerda: Dios SIEMPRE está obrando. Y está activo colocando todo según su voluntad. Y talvez su obra más importante es que profundicemos en nuestra relación con Él.
Renuncia a tus expectativas, reenfócate y confía en que el Padre celestial hará lo que sea mejor, para tu vida y la de tus seres queridos.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia: En.Contacto)
Tu Palabra Sabia de Hoy 10/11/23
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