2 Corintios 11.24-26 “De los judíos cinco veces he recibido 40 azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con vara; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, de ladrones; de los de mi nación, de los gentiles; peligros en la ciudad, en el desierto, en el mar; peligros entre falsos hermanos.” Amén.
¿Te has preguntado por qué, si Dios nos ama, permite que nos sucedan cosas malas? Aunque no te sientas amado, no significa que no lo seas.
El apóstol Pablo se encontró una dificultad tras otra mientras obedecía a Dios. Y su pasado estuvo lleno de pecados, por lo que pudo haber asumido que Dios tenía buenas razones para no amarlo. Sin embargo, siguió difundiendo el mensaje de esperanza, de que Dios nos ama y envió a su Hijo a morir por nuestros pecados.
La situación en la que nos encontramos hoy pudiera ser injusta o humillante, pero no significa que Dios haya dejado de amarnos. A veces está suavizando nuestras asperezas. Otras pruebas son provocadas por Satanás, permitidas por la voluntad permisiva del Señor.
La clave para aceptar la verdad del amor de Dios es centrar la atención en Él, y no en las circunstancias. A medida que aprendas de Él, hables con Él y compartas con Él, confianza y fe reemplazarán dudas y temores.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
Tu Palabra Sabia de Hoy 12/11/23
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