Hebreos 13.17-18 “Obedezcan a sus pastores, y sujétense a ellos; porque ellos velan por sus almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no les es provechoso. Oren por nosotros; confiamos en que tenemos buena conciencia, deseando conducirnos bien en todo”. Amén.
Si asistes a la iglesia, entonces Dios te ha dado un pastor para que cuide tu alma, siendo él un modelo de consagración, al predicarte la Palabra, al enseñarte y exhortarte en justicia, incluso cuando no tengas deseos de escuchar.
Muchos creyentes descuidan confortar al pastor porque olvidan que él también es miembro del Cuerpo de Cristo. Puede ser triste y desalentador sacrificarse por la congregación sin sentirse apreciado por ella.
Obedezcamos y sometámonos a nuestros pastores para que puedan hacer su trabajo con fidelidad y alegría, sin que, por nuestra culpa, tengan que quejarse.
Los pastores que gobiernan bien y trabajan duro en la predicación y la enseñanza son dignos de doble honor (1Timoteo5.17).
¿Cuándo fue la última vez que le expresaste agradecimiento a tu pastor? En esta semana, busca maneras de demostrarle tu amor. Y, sobre todo, ora por él. No des por sentado que no necesita intercesión, sino todo lo contrario.
Pues, todo pastor necesita saber que su congregación lo valora.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
Tu Palabra Sabia de Hoy 14/11/23
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