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1 Tesalonicenses 5:11-14 "Por lo cual, anímense y edifíquense unos a otros, así como lo hacen. Reconozcan a los que trabajan entre ustedes, les presiden y amonestan en el Señor; ténganle en mucha estima y amor por causa de su obra. Tengan paz entre ustedes. También amonesten a los ociosos, y alienten a los de poco ánimo, sostengan a los débiles, y sean pacientes para con todos". Amén.
En el trabajo, las palabras de ánimo son muy importantes. La manera en que los empleados se hablan afecta la satisfacción del cliente, las ganancias de la empresa y el aprecio entre los colegas.
Según estudios realizados, en los grupos laborales más eficaces, sus miembros intercambian 6 veces más afirmación que desaprobación, desacuerdo o sarcasmo.
Los equipos menos productivos suelen usar, al menos, 3 comentarios negativos por cada palabra amable que sale de sus bocas.
Pablo conocía bien el valor de las palabras para relacionarse y lograr resultados. Antes de conocer a Cristo aterrorizaba a los seguidores de Jesús, pero cuando escribió su carta a los de Tesalónica, había prometido a dar ánimo y gracias a la obra de Dios en su corazón.
Pablo instaba a animarse y afirmarse unos a otros, y a reflejar el Espíritu de Cristo. En el proceso, Pablo les recordó de dónde proviene el ánimo, y que este es una forma de ayudarnos a experimentar la paciencia y la bondad de Dios.
Al Padre, que nos ayude a mostrar a los demás, Su misericordia y Su bondad.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Fuente: TPSH30.06.17)
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