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1 Juan 5:11-12 “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida”. Amén.
El tema de la buena salud es bien ágil. Muchos gimnasios llenos. Mucho auge en las tiendas de productos nutritivos; videos en redes sociales, etc.
¿Por qué será que esa industria de la salud es tan buen negocio? Es que tener larga vida es tema interesante: la mayoría de las personas tiene deseo innato de vivir lo más que pueda.
Además, también se busca vivir más años, con la mejor calidad de vida posible. Sin embargo, esa necesidad de tener vida larga y vigorosa se centra en lo físico. Pero, y ¿qué después de la muerte?
La Biblia enseña que la vida eterna está disponible para todos. Enfermedades, padecimientos y muerte, están todos ligados a la vida; pero los que estamos en Cristo hemos vencido lo peor que este mundo ofrece -la muerte (1Juan 5.4-5).
Ninguna promoción, gimnasio, energizante, proteína, o lo que fuere en ese sentido, puede ofrecer algo comparable con la promesa de vida eterna que nos ofrece el Padre Celestial. Gritemos este mensaje a los cuatro vientos.
Muchos anhelando tener palabra de vida, y los cristianos con el secreto y callados. ¿Cómo mantener en secreto aquello para lo que Dios no escatimó esfuerzos en revelar? ¡Se puede vivir para siempre!
Ahora bien, solamente Cristo tiene la llave de esa puerta que lleva a vida eterna… nuestra decisión es obtenerla o no.
Feliz día. Y ¡que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: TPSH28082013)
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