😉
3,659
Juan 8.31-32, 36 “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en Él: Si permanecen en mi Palabra, serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Así que, si el Hijo los liberta, serán verdaderamente libres”. Amén.
La libertad es uno de los tesoros más preciados de la humanidad. Pero es bueno que sepas o recuerdes que todo ser humano nace cautivo del pecado.
La única manera de ser libre es si aceptamos que el Señor Jesucristo nos liberte.
La Salvación es la liberación permanente de la que se habla aquí, y que solo se consigue mediante recibir el sacrifico del Salvador en la cruz del calvario… Solo así seremos libres de la condenación por el pecado.
Los hábitos impíos comienzan como un intento de satisfacer un deseo o necesidad de manera equivocada. Haciéndonos insensibles a la reprobación del Espíritu Santo, por lo que las transgresiones continuas se vuelven cómodas.
Ningún creyente está indefenso para rechazar hábitos impíos, puesto que el Espíritu Santo ha hecho morada en él. Y, con su ayuda, deja de ser esclavo del pecado, para ser esclavo de justicia en Cristo Jesús.
Échale un vistazo sincero a tu vida. ¿Habrá algún pecado que te esté controlando? Si es así, es hora de pelear la buena batalla, someterte a Dios y estar atento y dispuesto a accionar como el Espíritu te guíe. ¡Entonces serás verdaderamente libre!
Feliz día. Y ¡que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario