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Salmos 81:7
“En la calamidad clamaste, y Yo te libré; Te respondí en lo secreto del trueno; te probé junto a las aguas de Meriba”. Amén.
Las noticias están, con frecuencia, llenas de imágenes de personas que han sufrido tragedias inimaginables. Un día nos muestran a los sobrevivientes de la crecida de un río que destruyó muchas viviendas.
Otro día, casas que son tragadas por completo por un terrible terremoto. Las expresiones en los rostros de quienes han sufrido pérdidas pueden ser angustiantes.
Pérdidas como éstas siempre deben llamar nuestra atención hacia la fragilidad de las cosas que más apreciamos. Como nuestros hogares, familias, nuestros trabajos, nuestros amigos...
Pero, en un mundo que parece muchas veces estar sacudiéndose y desmoronándose, los creyentes en Jesucristo están con el privilegio de anunciar que existe algo estable, algo que es completamente seguro.
Hay una Roca en la cual podemos refugiarnos, y que no puede ser sacudida. Ese fundamento inconmovible es nuestro Señor Jesucristo.
Podemos tener una relación eterna con Él. Y la seguridad de que quienes ponen su fe en Él les espera un hogar eterno en el cielo. Inclusive, pueden tener estabilidad, en este mundo inestable.
Si tienes a alguien que necesita esta buena noticia, no esperes y dile esta maravillosa noticia ya mismo.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: TPSH
31/8/2015)
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