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“Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”. Amén.
Pensar en quién es Dios, es algo para quedarse sin palabras. Muchas veces, al estar de rodillas, buscando a Dios, te pudieras poner a llorar… Por lo maravilloso que es.
Nos salva, perdona y, por demás, es bueno y misericordioso una y otra vez. Nos da a conocer su presencia, nos permite conversar con Él y nos asegura su amor incondicional. ¡Cómo no adorarlo, obedecerlo y amarlo!
Mucha gente tiene ideas erróneas acerca de Dios. Se imaginan que Él tolera el pecado, que acepta las decisiones de todos o que siempre bendice. Pero, hasta cierto punto, todos tenemos una idea errónea de Dios, porque Él es infinitamente inescrutable. Y los seres humanos solo podemos captar “los bordes de sus caminos” (Job 26.14).
Aunque cualquiera puede leer la Biblia, solo los creyentes en Dios tienen al Espíritu Santo para entenderla (Juan 14.26). Además, debido a que tenemos una relación personal con Jesucristo, podemos confiar cuando buscamos entender los atributos de Dios.
Los que no han creído en Cristo no pueden conocer la ley de Dios, pues solo los hijos de Dios “tenemos la mente de Cristo” (1 Corintios 2.16).
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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