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1 Corintios 12.12-13
“Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, … y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu”. Amén.
Como creyentes, somos llamados a adorar y servir a Dios. Pero se espera que, basados en nuestros dones, capacidades y llamamiento, hagamos lo mejor para la Iglesia.
Al ser salvados, Dios nos regaló el Espíritu Santo. Y, de acuerdo con la voluntad del Señor, pasamos a formar parte de un grupo de creyentes. Nos colocó allí porque sabe que somos necesarios.
La iglesia es más que una comunidad. Es un cuerpo interdependiente de miembros, creados por Dios para funcionar en comunión unos con otros.
Los cristianos, igual que es el mundo en general, somos un grupo diverso, por lo cual no siempre estaremos de acuerdo unos con otros, aunque si tenemos que buscar la unidad.
Cada persona contribuye de manera única al propósito de Dios.
Una iglesia que funciona como una unidad, con todos sus dones, talentos, personalidades e intelectos orientados hacia los objetivos del Reino, debe ser una hermosa visión desde la perspectiva divina.
El cristianismo no es una religión de espectadores. Todos tenemos trabajo que hacer para el Reino de Dios. El Cuerpo de Cristo funciona mejor cuando todos los miembros sirven a Dios y a los demás lo mejor que puedan.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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