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Lucas 9.57-58, 62
“Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré donde vayas. Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; más el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”. Amén.
Tres invitaciones de Dios para todos:
1. Que recibamos a Jesucristo como Salvador, y nos convirtamos en hijos de Dios. Dios nos llama a recibir a Su Hijo como nuestro Salvador, y a tener una relación personal con Él por medio de su Espíritu Santo.
Esta invitación incluye dejar de tratar de ser salvos por nuestras propias fuerzas. Cristo extiende la invitación a confiar en Él para que podamos ser transformados.
2. Permanecer en Cristo. Esto significa escuchar a Dios hablar por medio de las Sagradas Escrituras, vivir en creciente dependencia de Él, conocerlo íntimamente y recurrir a su poder para vivir vida piadosa.
3. Obedecer a Cristo. Para eso, debemos estar familiarizados con su carácter y planes. La evidencia de que obedecemos será visible en nuestra actitud, conducta, carácter, conversaciones y relaciones.
Dios ama a todos y quiere que le conozcamos personalmente.
Mediante el regalo de la salvación, recibimos el Espíritu Santo, ese que nos capacita para permanecer en Cristo y obedecerlo. El único camino de paz, gozo y satisfacción.
Muy feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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